Las Ideas y el Pensamiento

• La coherencia autentica de nuestras ideas no proviene del raciocinio que las liga, sino del impulso espiritual que las engendra
• Coherencia y evidencia se excluyen.
• El que ignora que dos adjetivos contrarios califican simultáneamente todo objeto no debe hablar de nada.
• Para entender primero conviene simplificar con atrevimiento y después complicar sin misericordia esa simplificación.
• Complicar es la más alta prerrogativa del hombre.
• Toda verdad es riesgo que asumimos apoyándonos sobre una serie indefinida de evidencias infinitamente pequeñas.
• La imaginación, si fuese creadora, sería simple fantasía.
• Al creerme dueño de una verdad no me interesa el argumento que la confirma, sino el que la refuta.
• Ser civilizado es poder criticar aquello en que creemos sin dejar de creer en ello.
• Sin analizar no comprendemos.
  Pero no presumamos haber comprendido, porque hemos analizado.
• Hay argumentos de validez creciente, pero, en resumen, ninguno en ningún campo nos ahorra el brinco final.
• Todo lo que se pueda reducir a sistema acaba en manos tontas.
• Sólo nos convence plenamente la idea que no necesita argumentaciones para convencernos.
• El relativismo es la solución del que es incapaz de poner las cosas en orden.
• No hay ideas que ensanchen la inteligencia, pero hay ideas que la encogen.
• Más que por raciocinios, la inteligencia se guía por simpatías y por ascos.
• Pocas ideas no palidecen ante una mirada fija.
• Nada es suficientemente importante para que no importe como está escrito.
• No se suele llegar a conclusiones sino desatendiendo objeciones.
• Las verdades no se contradicen sino cuando se desordenan.
• La imaginación es percepción de lo que escapa a la percepción ordinaria.
• El órgano del placer es la inteligencia.
• Para juzgar con acierto hay que carecer de principios.
• La realidad última no es la del objeto que la razón construye, sino la de la voz a que la sensibilidad contesta.
• La imaginación no es el sitio donde la realidad se falsifica, sino donde se cumple.
• Sin cierta puerilidad religiosa, cierta profundidad intelectual es inalcanzable.
• Todo lo que le haga sentir al hombre que el misterio lo envuelve lo vuelve más inteligente.
• El prejuicio es el órgano de apropiación intelectual de universo.
• La explicación que no haga parecer mas misterioso lo que explica ha fracasado
• La filosofía honesta no pretende explicar sino circunscribir el misterio.
• La discusión inteligente debe reducirse a dilucidar divergencias.
• Verdad es lo que dice el más inteligente. (Pero nadie sabe quién es el más inteligente).
• Entre adversarios inteligentes existe una secreta simpatía, ya que todos debemos nuestra inteligencia y nuestras virtudes a las virtudes y a la inteligencia de nuestro enemigo.
• La verdadera elegancia verbal envaina la espada antes que el adversario sienta la estocada que lo mató
• La discusión inteligente debe reducirse a dilucidar divergencias.
• Un congreso de filósofos enternese.
• El diálogo pervierte a sus participantes.
  O porfían por pugnacidad, o conceden por desidia.
• La filosofía es el arte de formular lúcidamente problemas.
  Inventar soluciones no es ocupación de inteligencias serias.
• Acabamos comprendiendo al que sabe lo que dice, por complicado que sea lo que diga.
• Cuando el diálogo es el último recurso, la situación ya no tiene remedio.
• El diálogo no consiste en inteligencias que discuten sino en vanidades que se afrontan.
• El diálogo sincero acaba en pelotera.
• Sólo es transparente el diálogo entre dos solitarios.
• La trivialidad es el precio de la comunicación.
• De la suma de todos los puntos de vista no resulta el relieve del objeto, sino su confusión.
• Donde es posible decir lo que se quiere, nadie se da el trabajo de decir solamente lo que importa.
• Dialogar con quienes no comparten nuestros postulados no es más que una manera tonta de matar el tiempo.
• Todo en el mundo reposa finalmente sobre sendos “porqué sí” últimos.
• Nadie más insoportable que el que no sospecha, de cuando en cuando, que pueda no tener razón.
• Pensar contra es más difícil que actuar contra.
• La acción es el refugio de las inteligencias asustadas
• Nadie piensa seriamente mientras la originalidad le importa.
• Ninguna idea que necesite apoyo la merece
• Hay mil verdades, el error es uno.
• Las ideas tiranizan al que tiene pocas.
• Para comprender la idea ajena es necesario pensarla como propia.
• Perfeccionemos la insolencia de nuestras ideas.
• Nada más frecuente que sentirnos dueños de varias ideas, porque sólo atrapamos expresiones inadecuadas de la misma.
• El primer paso de la sabiduría esta en admitir, con buen humor, que nuestras ideas no tienen por que interesar a nadie.
• A quien haya que definirle ciertos términos hay que hablarle de otra cosa.
• Generalizar extiende nuestro poder y empobrece nuestro espíritu.
• Las tesis no son expuestas con claridad sino cuando logran que las exponga un hombre inteligente que no las comparte.
• No sabemos a fondo sino lo que no nos sentimos capaces de enseñar.
• Educar al individuo consiste en enseñarle a desconfiar de las ideas que se le ocurren.
• El libro no educa a quien lo lee con el fin de educarse.
• No todo profesor es estúpido, pero todo estúpido es profesor.
• La precisión en filosofía es una falsa elegancia. En cambio la precisión literaria es fundamento del acierto estético.
• El que enseña acaba creyendo que sabe.
• He visto la filosofía desvanecerse poco a poco entre mi escepticismo y mi fe.
• El filósofo no demuestra, muestra.
  Nada dice al que no ve.
• El libro que no escandalice un poco al experto no tiene razón de existir.
• La ciencia no ha contestado ni una sola pregunta importante.
• Son muchas las cosas ante las cuales hay que aprender a sonreír sin irrespetar.
• Cuando entendemos lo que entendieron los que parecieron entender, quedamos estupefactos.
• Saber no resuelve sino problemas subalternos, pero aprender protege del tedio.
• Nuestras repugnancias espontáneas suelen ser más lúcidas que nuestras convicciones razonadas.
• No es en el descampado del mundo en donde el hombre muere de frío, es en el palacio de conceptos que el intelecto levanta.
• Para comprender al filósofo no hay que inventariar sus ideas, sino identificar al ángel contra el cual lucha.
• El que no sabe condenar sin temor no sabe apreciar sin miedo
• El rechazo nos inquieta y la aprobación nos confunde.
• Negarse a admirar es la marca de la bestia
• Noble no es el que cree tener inferiores sino el que sabe tener superiores.
• El momento de mayor lucidez del hombre es aquel en que duda de su duda.
• Solo el que enseña a diferenciar educa la inteligencia.
• A la lucidez de ciertos momentos la acompaña a veces la sensación de velar sólo en una ciudad dormida.
• Defiendo tu libertad porque anhelo convencerte. Porque tu libertad es la condición de mi victoria. Pero al respetar tu libertad no respeto tus errores, sino la posibilidad de que te rindas libremente a mis verdades.
• Mi semejante no es el que acepta mis conclusiones sino el que comparte mis repugnancias.